Hay veces en las que la cruz se mueve .
Podría ser normal que las hojas fuesen cayendo delante de mis pasos...
de los 84 ,
pero cuando los pájaros comienzan a estallar,
los puntitos a asustar,
y los zapallos se vuelven algo cotidiano..
...los ojos se pierden en el cielo,
y las bocas, preparadas para disparar, arrojan tanta confusión,
tanta tinta negra de esa que pesa....
que esta vez sus rostros no se desvanecen en un grito tétrico.
Él dice que es momento de sangrar desde adentro,
de expulsar las 84 agujas que estan TAN bien escondidas,
que nadie se atreve a escuchar las 9 letras malditas...
se rehúsan como si fuesen a perder la vida al hacerlo..
yo... no...
quisiera que no vieran el miedo que existe a esas dos putas palabras.
Andate a la conchetumare...
deja de aplastarme,
deja de susurrarme,
devuelveme mi cama,
pinta mi pared morada,
no quiero oír porquerías,
mi cuello se cansó de tanto voltear,
ya no hay ganas de ir a la feria,
perdoname, pero tu pieza esta demasiado fría..
me da miedo,
conchetumare dejame tranquila
no quiero caminar más por ahí,
quiero casarme ahora,
porque mierda chorrean las paredes,
porque weon porque?
Yo no pierdo....
ojala me perdonaran las crisis...
ojalá me perdonaran las noches.
siempre es peligroso en la noche, cuando todo el mundo duerme,
cuando se derriten las paredes, cuando viene..
que poco natural es necesitar una de esas al enterarse,
que poco natural es enterarse.
Mejor sería no escuchar, pero me asustan las ocurrencias,
terriblemente reales...
agudamente punzantes.