lunes, 2 de marzo de 2009

tengo mi regalo

Resultó especial nuestra inconciente unión..

no sé bien cuando comenzó para mí..

debe ser porque no lo esperaba

..al menos, no como sucedió.

La posición de los ojos se agotaba, pero ya habían encontrado algo

los paseos casuales se transformaron en ansiados encuentros

la música facilitaba las reuniones, y lo que se bebía, nos acercaba o alejaba de los demás.

Los lugares se dividían en muchos otros,

se podían oír conversaciones absurdas

y también otras para conocerse más allá de lo posible.

Los que no se comunicaban mucho con palabras preferían irse a otro lado,

pues sus movimientos se entendían mejor que ellos mismos.

Nunca faltaron rincones para observar, la timidez o una simple decisión

dejó solitarias a algunas personas que, desde las paredes, miraban su entorno..

En medio de todos ellos me encontraba yo..

y a veces contigo...

pero nosotros no nos fijabamos en los demás, sólo disfrutabamos de la noche..

Solamente cuando uno no ha encontrado a eso que nos hace despreocuparnos de lo que hay alrededor

puede darse el momento de quedarse mirando, ya sea desde las paredes o el rincón..

Nos despedíamos esperando volver a vernos pronto.. y acordábamos al instante a través de breves palabras..

era simple..un lugar y una hora determinados..

luego de unos días, siempre eran los mismos.. casi una rutina

y así se fue desvaneciendo la emoción,

los encuentros se vieron cada vez más pausados..

se iban acabando las sonrisas sin sentido

y lamentablemente, después del intercambio de regalos,

las ganas de verte ya no estaban..

(solo me quedo tu cadena.)




Después vinieron una serie de hechos que no vale la pena recordar.

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