No creo que vida normal la involucre,
huele a mierda todo el día,
en la noche despierta con el del gas,
un líquido rojo se apodera de su sabor,
un hombrecito con cabeza naranja la persigue a ratos,
después de haber perdido la conciencia ella intenta confundirse entre las melenas,
no... nada resulta
sólo un rosado rostro,
pues bien llega el día y la noche y no puede atravesarlos,
pequeños números la amenzan,
no presta atención... ya ha sido tanto que unas letras no son nada.
Pero que tanto puede esperar alguien que se dedica a crear envolventes que nunca vestirá porque prefiere correr desnuda,
lo cierto es que siempre hay algo más,
y le esta gustando...
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