martes, 6 de julio de 2010

No creo que vida normal la involucre,

huele a mierda todo el día,

en la noche despierta con el del gas,

un líquido rojo se apodera de su sabor,

un hombrecito con cabeza naranja la persigue a ratos,

después de haber perdido la conciencia ella intenta confundirse entre las melenas,

no... nada resulta

sólo un rosado rostro,

pues bien llega el día y la noche y no puede atravesarlos,

pequeños números la amenzan,

no presta atención... ya ha sido tanto que unas letras no son nada.

Pero que tanto puede esperar alguien que se dedica a crear envolventes que nunca vestirá porque prefiere correr desnuda,

lo cierto es que siempre hay algo más,

y le esta gustando...




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